Mientras en España, todo el sector se ha unido de nuevo para condenar estos ataques y para exigir medidas que eviten que se vuelvan a producir, a la vez que se alega que el problema no es español, sino de todos los países europeos.
En esta línea de respuestas a los nuevos incidentes de este jueves en la frontera de Perpignan, FEPEX condena el bloqueo y agresión a camiones españoles de fruta de hueso protagonizados por agricultores franceses, e insta al Ministerio de Agricultura y a la Comisión Europea a que adopten medidas urgentes que permitan aminorar la grave situación de crisis que vive el sector de fruta de hueso en esta campaña y que afecta a todos los productores europeos.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha criticado duramente la campaña lanzada por el sindicato FDSEA de los Pirineos Orientales en contra de los agricultores españoles. Esta organización está llevando a cabo una campaña que bajo el eslogan “Consume francés, consume local”, tiene como actos centrales la destrucción de productos españoles destinados a la exportación.
UPA ha afirmado que “esta no es forma de protestar, llevando a cabo acciones delictivas y evitando que los agricultores españoles puedan vender su producción”. “Los agricultores franceses nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos”, explican. Los agricultores reconocen que son las grandes cadenas de la distribución –francesas en muchos casos- las que determinan el precio de la fruta en nuestro país.
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