La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, ha explicado que lo más preocupante del veto ruso a las importaciones agroalimentarias de la Unión Europea (UE) es el impacto en la cadena de valor. Es decir, las distorsiones en los precios de producciones que saturan el mercado al perder el destino inicialmente previsto. (Junta de Andalucía)
Durante su comparecencia la titular andaluza ha recordado que es un “asunto con un origen netamente geopolítico” y que afecta “injustamente” al sector agroalimentario europeo, al español y al andaluz”. Con este bloqueo las fronteras rusas se cerraban para un amplio conjunto de sectores: verduras y frutas; carne y subproductos cárnicos; lácteos y derivados; pescados y moluscos; y productos elaborados a partir de estos.
Desde el primer momento Andalucía ha trabajado intensamente en la interlocución con el Ministerio, siempre con la máxima colaboración pero “reivindicando contundencia y eficacia”.
El impacto real de esta crisis, ha indicado Víboras, “es muy difícil de calcular porque se produce en diversos frentes. En primer lugar, en las exportaciones actuales, tanto en las directas al mercado ruso, como en las indirectas a través de otros países (Holanda y Polonia) que compran a Andalucía para reexportar a Rusia. En segundo lugar, afecta a las exportaciones futuras, ya que “mientras nuestros camiones vuelven a casa otros países hacen negocio”. En tercer lugar, “estamos ante un reajuste de los mercados”. Las producciones no vendidas y la sobreoferta que generan tienen como consecuencia directa la bajada de precios, incluso por debajo de los costes de producción.
En cuanto a la dimensión que supone el cierre del mercado ruso, la consejera de Agricultura ha hecho hincapié en que pese a la dificultad de valorar con exactitud el alcance, hay algunas cifras que lo clarifican: en lo que respecta a las exportaciones, la UE hizo un primer cálculo de las pérdidas en 5.252 millones de euros, cifra que se corresponde con las exportaciones de 2013 que ya no se van a realizar.
En españa, estas pérdidas podrían superar los 338 millones de euros, ya que Rusia es el primer destino extracomunitario para producciones españolas como hortalizas, frutas, frutos en conserva, carne y legumbres. Andalucía, por su parte, es la tercera comunidad autónoma que más exportó a este país en el año 2013 (28,8 millones de euros). En este sentido, ha explicado Víboras, “nuestras hortalizas y frutas empiezan ahora su campaña, y muchos de estos productos no están contemplados en las ayudas.
Durante su interlocución ante la cámara, Víboras ha recordado que Andalucía pierde un mercado de unos 140 millones de consumidores y que este bloqueo ha llegado “cuando las ventas están mirando hacia la consolidación y apertura de nuevos mercados”.
Medidas compensatorias para los afectados
Con respecto a las medidas desarrolladas hasta ahora, Víboras ha indicado que “una situación como ésta, reclama medidas urgentes de muy diversa índole”. Estas medidas deben ser “suficientes en su cuantía, flexibles en los criterios para su puesta en marcha y, sobre todo, ágiles en su gestión”.
Hasta la fecha, la Comisión Europea ha anunciado varias medidas para ciertas producciones por un valor de 158 millones de euros más lo dedicado a lácteos. El principal objetivo es compensar a los productores ante la retirada de la producción de los mercados y la renuncia a la cosecha.
La consejera de Agricultura ha querido reiterar que, para la Junta de Andalucía y el sector, la respuesta comunitaria es “claramente insuficiente”. “Es una respuesta corta, desequilibrada e inconcreta”. Corta en la cantidad asignada y en su alcance temporal, “con 158 millones no se pueden compensar unas pérdidas estimadas en 5.252”, su vigencia no puede acabar en noviembre cuando el veto está anunciado por un año.
Víboras también ha indicado que es una respuesta desequilibrada por el desigual reparto de las ayudas. La mayor parte a melocotones y nectarinas (32 millones), a manzanas y peras (80 millones) y, el resto, para los demás productos afectados. Los reglamentos reguladores también dejan “demasiados cabos sueltos”, imprecisiones en aspectos que resultan imprescindibles.
Por último, la titular de Agricultura ha querido destacar la actitud de Andalucía en la gestión de esta crisis, ya que “por desgracia, no es la primera”. “Se ha hecho un seguimiento inmediato y exhaustivo de todos y cada uno de los pasos, además de la puesta a disposición del Ministerio y de la CE”. También se ha mantenido un contacto permanente con las organizaciones.
Acciones desarrolladas en Andalucía
En cuanto a las acciones llevadas a cabo en Andalucía, Elena Víboras ha explicado que el primer ámbito ha sido en la gestión de las ayudas, cuyo objetivo es la máxima agilidad y las mayores facilidades para los productores afectados. Para ello, se han puesto en marcha los procedimientos necesarios para que los productores puedan acogerse y ejecutar la retirada o la renuncia. Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma, junto con Aragón, en publicar dicha instrucción.
En esta línea, en colaboración con el banco de Alimentos de Andalucía, se está trabajando para que las frutas y hortalizas retiradas del mercado (por gestión de crisis) tengan un aprovechamiento social, beneficiando a más de 125.000 andaluces.
Tras analizar con el sector las medidas adoptadas por Bruselas, la Junta ha trasladado al Ministerio una serie de demandas para que las defienda ante la CE. El objetivo de estas reivindicaciones es asegurar la eficacia de las medidas adoptadas y velar por los intereses de los productores andaluces.
También se ha solicitado la inclusión de productos andaluces vulnerables como el calabacín, la berenjena, la judía verde, los cítricos y los productos subtropicales. Hasta ahora, el ministerio solo ha pedido en bruselas la incoporación de los cítricos; el mantenimiento de las yudas hasta que el mercado se estabilice y que las medidas de apoyo no se financien a costa del presupuesto de la PAC.
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